Esto va de mal en peor. Y sí, hay paises peores, prácticamente todos. Pasando por alto los 150 paises que hay supuestamente menos avanzados que nosotros y fijándonos en los que están a nuestro nivel social y económico (véase Francia, Estados Unidos, Italia etc...) no se puede decir que sirvan de ejemplo a nadie, en lo que a política se refiere, al menos en los últimos tiempos.
Vuelvo a España. La historia se repite, salvo algunas cosas que se hicieron bien, esas puede que no se repitan, ahora se hacen peor. Sin echar la vista atrás demasiado, durante estos últimos 4 años, he visto como un gobierno hace cosas para "la galería", mientras siguen sin plantearse soluciones a los grandes problemas del país y de sus ciudadanos. He visto como un gobierno ¿socialista? ha hecho políticas tan poco "izquierdistas" que han sido duramente criticadas por Izquierda Unida (se supone que tienen ideologías parecidas). Casi pienso a veces que Rajoy tiene razón cuando dice que el PP ha hecho mejores políticas sociales que los propios socialistas.
En el otro lado, el PP... en la oposición. ¿Oposición?. Igual peco de utópico romántico y tonto, pero yo espero de la oposición un marcaje al gobierno, que le obligue a gobernar para todos, no sólo para los de su ideología. Que plantee alternativas a las soluciones propuestas por el gobierno. Que vigile y exija a los gobernantes que cumplan con lo que prometieron, los compromisos por los que fueron elegidos. Que apoye al gobierno y refuerce aquellas cosas que hacen bien, que alguna puede haber. Sin embargo, se han limitado a ridiculizar, a insultar, a intentar destruir todo lo que plantean... o a amenazar con destruir cuando consigan el poder. Que a fin de cuentas, es lo que viene pasando. Cada vez que se cambia de partido en el gobierno, en vez de seguir construyendo, se destruye lo que el anterior había avanzado.
Y bien... 4 años y ahora campaña electoral. Comenzamos la campaña con un soborno a los ciudadanos como no recuerdo que haya pasado anteriormente. "Si salgo presidente, os doy 400 euros". A los ricos y a los pobres... (bueno no, a los que no trabajan no). Muy socialista la medida, sí señor. Descalificaciones, reproches por lo hecho 4, 8 y 12 años antes... ¿y las propuestas? ¡¡Señores!! que es campaña electoral, que se supone que deben hablar sobre lo que tienen previsto hacer.
Qué poco respeto se tiene a las campañas electorales. Y vuelvo a hablar como un utópico romántico tonto, pero para mí una campaña electoral, un programa electoral, es un contrato entre un partido y la sociedad, de obligadísimo cumplimiento en caso de llegar al poder. Pero nadie hace caso a las promesas electorales. Nos engañan como a bobos.
Y el colmo... el "debate". Detesto que se emplee la palabra "debate electoral" a un paripé como el que vimos el pasado lunes en las televisiones. En realidad sólo fue un espacio electoral gratuito anunciado a bombo y platillo de dos de las fuerzas políticas. Sólo sirvió para arrancar todavía más votos de los partidos minoritarios en favor de los dos grandes. Porque para lo que debería servir no sirvio. Para contrastar propuestas, para que podamos elegir qué ideas de futuro son las mejores, no sirvió. Se dedicaron a intentar destruirse el uno al otro y el otro al uno, con demagogias por ambas partes. Uno usaba cifras absolutas, el otro cifras relativas, todo preparado para que casi ningún espectador entienda lo que se estaba diciendo. ¿Cómo es posible que uno dijera que el paro era el menor de la historia de la democracia y el otro dijera justo lo contrario, que era el mayor de todos los tiempos? ¿Quién miente? ¡¡Los dos!! Hay que tener muy poca vergüenza y muy poco respeto a la sociedad española para aprovechar el tirón de audiencia para mentir, mentir y mentir con tal de ser "el elegido". Hablaron de los altas que están las hipotecas. ¡¡Mentira!! Están más bajas que nunca. Lo que están altos son los precios de las viviendas, que en relación a los sueldos, se han multiplicado por ¿20? en los últimos 15 años, pasando de ser un artículo de primera necesidad, accesible a cualquier trabajador, a ser un artículo de lujo. Y así, con todos los demás temas y números que sacaron.
Y total... qué es lo único que ha importado del debate... ¿las propuestas? Claro que no. Lo importante es "quién ha ganado", como si de un partido de la Copa del Rey se tratara. Pues bien, ¿quién ha ganado? Pues depende de a quién preguntes. Está claro, que en este país casi tampoco existe la prensa objetiva. Sólo hay que ver los argumentos tan contrapuestos que unos y otros medios ponen. Y no me hablen de que esto viene porque hay distintas ideologias. Lo que hay son distintos intereses.
Ahora dejaré de ser el utópico romántico tonto, y voy a parecer un loco extraterrestre que sólo dice disparates. (Tápense los oídos y no sigan leyendo los puristas políticos, ni los maestros de la democracia). Vivimos en una democracia de juguete, como para niños. Nos dejan votar una vez cada cuatro años, y quien gana, consigue manejar una dictadura hasta las próximas elecciones. Y sí, hay países peores. Pero no me consuela. Nadie cumple con las promesas electorales (de hecho ya casi ni se hacen). El que sale, se dedica a desmontar lo que hizo el anterior y a defenderse de los ataques, casi siempre desmesurados de la oposición. Y nadie gobierna para el pueblo. Ni los de izquierdas, ni derechas, ni los del centro. Pues yo, otra vez, no iré a votar. Y que no me digan que voy en contra de la democracia... porque precisamente lo que quiero es una democracia real, no esta especie de negocio que hay montado a costa de nuestros votos. Con el mío que no cuenten ni unos, ni otros. Y que no me digan que si no voto no tengo derecho a quejarme. Tengo el mismo que cualquier otro ciudadano. Y no se molesten, pero tengo más derecho si cabe a quejarme que todo aquel que vota sólo por inercia, o por azar. Y que todo aquel que vota no en favor de alguien, sino "para que no salga el otro". Y ojalá que el nivel de participación caiga tanto tanto, que alguno se comience a plantear que quizás, algo no se está haciendo bien. Y ojalá en un futuro no muy lejano, podamos confiar en las promesas electorales de los candidatos. Y veamos debates en los que se discutan propuestas, y los candidatos no tengan miedo a ser preguntados, y demuestren que realmente están preparados para responder. Y ojalá que haya más alternativas políticas válidas e influyentes, y así se obliguen unos y otros a buscar consensos y políticas que encajen con casi todos los españoles. Y ojalá que la sociedad se acostumbre a vibrar de verdad con la política de este país, viendo los avances y las soluciones, y no tanto los colores de las corbatas de los candidatos.
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