28 de junio de 2007

Yo he estado en un concierto de Jorge Drexler

El pasado sábado 26 de junio, tuve el privilegio de poder asistir a un concierto de Jorge Drexler, en Elda.

Magistral, la brutal armonía entre los instrumentos y los acordes, entre la poesía y la electrónica, entre el público y las canciones, entre el autor y la música, entre el intérprete y la magia. Canción tras canción, Drexler fue desnudando su propia alma y compartiendo su propia vida, dejando que un grupo de músicos junto con él mismo dieran forma a toda su poesía e ingenio, fusionando tradición y tecnología, para que todos nosotros salieramos de aquel recinto con una gran experiencia vivida. ¡Qué grande eres!

Ya son muchísimas, las canciones que hay que escuchar, destripar, digerir, empaparse de ellas... sobre todo en los últimos 5 discos (se dice pronto).

Por poner un pequeño ejemplo, ahí va una canción... preciosa... dura... tierna... La voz de Jorge y María Rita, la guitarra de Jorge, un bombo legüero, alguna pincelada de violín y un loop de ruido al fondo. Combinación perfecta, derroche de sensibilidad.

Soledad (Jorge Drexler, 2006)

Soledad,
aqui estan mis credenciales,
vengo llamando a tu puerta
desde hace un tiempo,
creo que pasaremos juntos temporales,
propongo que tu y yo nos vayamos conociendo.

Aquí estoy,
te traigo mis cicatrices,
palabras sobre papel pentagramado,
no te fijes mucho en lo que dicen,
me encontrarás
en cada cosa que he callado.

Ya pasó
ya he dejado que se empañe
la ilusión de que vivir es indoloro.
Que raro que seas tú
quien me acompañe, soledad,
a mi, que nunca supe bien
cómo estar solo.


http://www.jorgedrexler.com

20 de febrero de 2007

Pienso pensar en lo que pienso

Es que estaba aquí, pensando sin pensar, o sea que me he puesto a pensar cosas pero sin pensarlo, sin planearlo, pero no pensar por pensar, sino pensar pensando a conciencia. Total, que me he dado cuenta de que pienso demasiado y no puedo evitarlo. Tendré que pensar sobre ello, porque cuando pienso, luego pienso sobre lo que he pensado. Lo único que por un momento me aparta del pensamiento de pensar, es pensar en otra cosa.

Y ahí estoy, pensando en otra cosa, que ahora que pienso, es lo mismo, es como un círculo vicioso del que pienso que no puedo salir. Pienso sobre lo que hago, sobre lo que no hago, pienso sobre lo que hice, pienso sobre lo que le dije aquella vez, sobre lo que me dijo, pienso sobre lo que le diré. Pienso sobre el mundo, sobre las ideas, sobre el trabajo, pienso en la familia, en la música, en el amor, pienso en el humor, en la risa, en la amistad, en la broma, en la responsabilidad, en la cooperación. Pienso en lo que piensan las personas en las que pienso. Pienso en azul, en RE menor, en romanticismo, en dulce, en profundo, en calor, en confianza, en noche. Pienso en silencio. Y después, pienso en lo que he pensado.

Ahora que pienso... esto tampoco está tan mal... "pienso" es lo que comen los caballos, y míralos qué fuertes están!

Algunos me dicen que me voy a volver loco. Otros dicen que estoy loco. Yo pienso que no.