28 de julio de 2010

Cuando dos sentimientos de direcciones opuestas chocan...

A veces te das cuenta tarde... de que hubiera
sido mejor mantener la mano en el bolsillo.
En el CERN, el mayor acelerador de partículas del mundo entre Francia y Suiza, en ese anillo gigantesco, se aceleran partículas atómicas y subatómicas para que choquen y estudiar las increíbles energías que se desprenden del violento choque.

A veces, dentro de uno, hay sentimientos que se comportan como las partículas del CERN, son sentimientos normales, con los que convivimos a diario, más o menos... pero si dos de ellos yendo en direcciones opuestas chocan, generan una cantidad de energía y radiación que no estamos acostumbrados a digerir, entender ni controlar.

Hace poco escribí sobre las "discusiones" que existen entre la cabeza y el corazón y cómo las estoy gestionando. En mi última jugada hice caso al corazón. Creo que esta vez me equivoqué, siento que hubiera sido menos mala la otra alternativa, no para mí, pero hubiera sido mejor en general.

De todas formas, las personas no estamos (yo no estoy) preparado para gestionar esta energía y radiación desprendida del choque de sentimientos contradictorios. Quizás por esto, deberíamos estar todos en parte disculpados por equivocarnos, no nos podemos exigir acertar siempre en estas situaciones. Por un lado, deseas y necesitas decir cosas, que ya has sufrido bastante en el pasado por no expresar sentimientos y ocultarte detrás de un muro. Por otro lado, lo último que quieres es causar el más mínimo daño y sabes que no va a ser posible si abres la boca. Por un lado sueñas con todas tus fuerzas que hay una minúscula posibilidad de que todo te sorprenda y las cosas salgan bien, como no esperas y te agarras a eso esperanzado. Por otro lado, sabes que no, que no es oportuno hacer algo sabiendo seguro que el resultado no va a ser el que deseas. Por un lado te sientes infinitamente afortunado por que el libre albedrío te haya cruzado en el camino de alguien tan grande con quien no contabas y te haya brindado la oportunidad de conocerle. Por otro lado, te duele no poder controlar en quién se va a fijar tu corazón, porque cuando el corazón elige, estás perdido, no tienes mucho más que hacer, aunque lo intentes, aunque sospeches que puedes acabar con aquella infinita fortuna.

Yo no sé escribir al estilo literario, para que parezca bonito, no sé qué palabras usar y en qué orden como hacen los buenos escritores que transmiten emociones. Bastante tengo con intentar plasmar con un mínimo orden lo que tengo en la cabeza (o en el pecho). Pero aunque no sepa, intentaré describir qué es lo que provoca esa explosión de energía y radiación en mi interior. Como síntomas físicos tengo opresión, llevo días en los que me cuesta respirar hondo, siento presión en la parte alta del pecho y la tráquea. Cuesta comer y hay síntomas de deshidradación, necesito beber más líquido de lo normal. Se duerme menos y peor y a ratos aparece una levísima cefalea acompañada de ciertos pensamientos recurrentes. En el plano sicológico existe una sensación de calma nerviosa, algo así como cuando crees que has hecho lo que tienes que hacer y todo está en calma... pero justo cuando no tiene que estar en calma, una calma inoportuna y fuera de lugar. Frecuentes episodios de angustia y ocasionalmente desesperanza. Así llevo ya diez días.

Parte de esa radiación puede llegar a otro corazón y causar cierto malestar, sentimientos de culpabilidad, temor a hacer daño por no corresponder y cierta resistencia a acercarse a la persona causante. Esto es lo que peor llevo, los daños colaterales a alguien que no ha hecho nada y se ha visto envuelta sin pedirlo en la reacción química. No ha hecho nada, simplemente ser como es.

Ser honesto y consecuente con uno mismo puede hacerte sufrir mucho. Para mi estas sensaciones son nuevas, nunca antes me había visto inmerso en una historia de esta forma. Haría cualquier cosa, antes que nada en el mundo, para anular todos estos "efectos colaterales", pero no se me ocurre qué puedo hacer. Cualquier cosa salvo una, hay algo que no puedo hacer: no puedo borrar hoy lo que siento hoy.

Así me siento, esto me pasa... y nadie, absolutamente nadie tiene culpa de nada (tú tampoco). Cosas que pasan, y pasarán de una forma o de otra. Llevo semana y pico mordiéndome las uñas de nuevo como nunca.

22 de julio de 2010

Pide un deseo

Hoy no pongo fotos de "manos".
Hoy acompaño con este dibujo
genial de Adrián Berenguer,
porque me lo regaló el lunes
por mi cumpleaños con el texto
"Felicidades, Mano" :)
El lunes me hicieron soplar velas. Es tradición en "occidente" (no sé bien qué quiere decir "occidente") que antes de soplar las velas hay que pedir un deseo (en algunos sitios, tres); y que hay que soplar las velas de un sólo aliento y no desvelarlo en voz alta para que se cumpla. Hoy me han vuelto a hacer soplar una vela y no me han dicho que pida un deseo, pero otra vez ha vuelto a mi cabeza la misma reflexión.

Yo no creo en destinos preescritos, ni en nada paranormal, ni en astrologías, ni adivinaciones, ni en ninguna de estas tradiciones supersticiosas. Pero sí tengo un interés socio-sicológico, en analizar este momento, porque aunque no crea en ello, sí delata muchas de nuestras ansiedades, preocupaciones, proyectos, sueños... deseos.

Yo distingo entre varios tipos de deseos a la hora de soplar una vela (o de ver una "estrella fugaz") [--> otro día, igual hablo de las "estrellas fugaces", que no existen!!]

  1. Deseo global utópico: Para el que no quiere pensar mucho en ese momento y vale para todo y queda bien, algo así como "que llegue la paz a todo el mundo". 
  2. Deseo colectivo utópico: Igual que el anterior, pero focalizado en un colectivo relativamente pequeño: "que en mi familia no le pase nada malo a nadie".
  3. Deseo particular utópico: Algo parecido a "deseo volverme invisible y poder entrar en los vestuarios de las chicas en el gimnasio" 
  4. Deseo fantástico irresponsable: Cuidado con estos... "que todas las chicas se enamoren de mi y me quieran hacer el amor en cuanto las mire". Anda que como se cumpla.... vas listo... 
  5. Deseo agradecido-generoso: Del tipo "no puedo pedir nada, lo tengo todo... si acaso seguir con la misma suerte que hasta hoy... y pa mis colegas lo mismo" 
  6. Deseo a largo plazo imposible: Son una pérdida de tiempo. Más o menos como "que me toque la lotería, me compre un par de islas desiertas, doscientos caimanes, los mando a una de las islas y envio allí a mi jefe, y en la otra me quedo yo con mi chica. 
  7. Deseo a largo plazo improbable: Los que se pueden cumplir... pero difícil "deseo que por fin acabe la carrera y me pueda montar mi negocio y que todo vaya bien" 
  8. Deseo a corto plazo imposible: Pensamos en una tontería para que se cumpla ya, aunque sabemos que no va a ocurrir, nos puede divertir "que desaparezca toda la ropa en la cafetería y nos veamos de golpe todos en bolas"
  9. Deseo a corto plazo improbable: Sabes que no va a ocurrir, pero lo deseas y también sabes que imposible no es "que ahora mismo se de la vuelta y me de un beso y me diga que no podía esperar más"
  10. Deseo a corto plazo probable: Quieres ver que se cumple ya y para que no sea complicado pides algo muy sencillo... "un deseo? me conformo con que me mire ahora y sonría"

Además, los deseos pueden ser macromaterialistas (loterías, etc...), micromaterialistas (pequeños detalles o regalos), sentimentales (amor, amistad, ...), vengativos (que le chafen el deportivo al novio de mi 'ex'), o simplemente chorradas (ganar la liga, que hagan otra trilogía de StarWars, etc...)

¿Qué hay que pedir? ¿Pedimos esperanzados en que se cumpla? ¿Pedimos conscientes de que jamás se cumplirá? ¿Pedir por un deseo probable es desperdiciarlo? ¿Pedir por un deseo imposible es perder el tiempo? ¿Es inútil pedir un deseo utópico? ¿Es mejor pedir un deseo concreto y sencillo para asegurar que se cumpla?

¿Cuáles son tus deseos? Yo sí tengo bastante claros algunos... y el lunes y hoy... formulé los míos.

Si me dijeran "pide un deseo"... preferiría un rabo de nube...

http://open.spotify.com/track/3hCI1IACP1FVcUSZsYgTof

http://www.youtube.com/watch?v=JGSosczpCbM

21 de julio de 2010

Objetivos en la vida: ¿Impulso o lastre?

La vida se construye mano a mano,
paso a paso, eslabón a eslabón...

Un cubo lleno de eslabones de hierro, sólo sirve para dos cosas. Primero para construir una cadena, aunque para eso tendremos que colocar un eslabón detrás de otro y soldarlos. Mientras no formen una cadena y queramos darle una utilidad inmediata, sólo sirve de lastre.

Hay un tipo de personas (entre la que quizás me incluyo) que no quieren pasar por la vida sin más, sólo viviendo el día a día de cualquier forma, como dicen algunos "sin pena ni gloria". Que no se conforman con ir a remolque de los demás, de las modas, del comercio, de los colegas. Toda esta gente que se preocupa de su propia vida, de sacarle el máximo jugo, necesita además de vivir intensamente el hoy, planear el futuro. No es incompatible. El "vive sólo el presente" es una visión cobarde y limitada en la que se instalan algunos quizás para no rendir cuentas a los compromisos.

Pues los que nos preocupamos por vivir intensamente hoy y mañana, nos planteamos objetivos. Tenemos sueños, queremos cosas y algunas llegan a alcanzar el status de "objetivo", es decir, "voy a por eso, hasta lograrlo". Viajar a un sitio, formar una familia, conseguir el puesto de trabajo, terminar una carrera, ir a vivir allí, regresar con los míos, construir una casa... son algunos de los "grandes objetivos" que se planean habitualmente. También hay objetivos algo menores que no por ello son menos importantes.

Como en todo, creo que el secreto de la felicidad está en los equilibrios. A veces, nos cargamos tanto de objetivos, queremos hacer tantas cosas, nos gustaría viajar a tantos sitios, terminar tantas carreras... que en una vida no es posible. O sí es posible, pero sacrificando otras cosas muy importantes. Hay que elegir.

Nosotros tenemos que ser los dueños de nuestros objetivos. No permitir que ocurra al contrario, que nuestros objetivos nos dominen a nosotros. Entonces se convierten en un lastre importante que causa infelicidad, ansiedad, frustración. Hay que ser conscientes de que no cumpliremos todos nuestros sueños, quizás sólo muy pocos. Lo importante es seguir teniendo sueños e ilusiones, que vienen bien y son necesarias. Pero sobre todo, disfrutar, sacar felicidad y compartirla de los momentos de cada día, esos momentos en los que nos ilusionamos, esos momentos en los que estamos trabajando por un objetivo, esos momentos en los que desconectamos de la presión de nuestros objetivos, momentos en los que reímos por ver cerca ese objetivo cumplido, ese momento en el que nos lamentamos por renunciar a ese otro objetivo.

No debemos vivir atenazados por nuestros objetivos, no cumpliremos muchos. Pues eliminamos, nos creamos otros, mantenemos alguno importante... El que todo lo quiere, al final, vive amargado por no tener todo. Hay que valorar y conformarse con el pequeño paso de cada día. A esto se refiere el "vive el día a día". Proyecta tu futuro, repartelo en días, y vive cada día. Disfruta de cada etapa, cada compañía, cada persona, cada momento, cada ciudad, caminando hacia tu futuro y tus objetivos. Y cuando mires atrás (que también hay que hacerlo) verás que no has alcanzado todas las cumbres, que podías haber llegado a más, sí... pero algunas cumbres sí las has hecho, y sobre todo... que has sido tremendamente feliz en el camino. Y por el camino, has hecho feliz a mucha gente.

Vivir es lo más peligroso que tiene la vida. Eso es la vida vivida intensamente.


Puedo soñar, ¿no?

http://open.spotify.com/track/1UrkUYrnRUdonf0Ict0wLi

http://www.youtube.com/watch?v=V80dW1flxoM

15 de julio de 2010

A veces, me siento como de otro planeta

Estoy sumergido en un entorno donde la gente te sonríe cuando le miras y te saca la lengua cuando te das la vuelta. Donde la gente se encoge de hombros cuando le preguntas y te juzga cuando te vas. Donde te prometen ayuda o comprensión y sólo recibes críticas gratuítas. Un entorno donde la gente te vende sinceridad y aparenta ir de cara y sin embargo te hacen un traje a la menor ocasión.

También estoy sumergido en una sociedad (y me refiero a esa porción de la sociedad que me rodea, con la que interactúo) que sólo se mira el ombligo, que es hipócrita, que va de "enrollada" pero que te falla a las primeras de cambio tan pronto algo parece que no le conviene. Que critica la actitud de otro y le juzga con una ligereza pasmosa. Que a falta de argumentos para hablarte en la cara, prefiere la complicidad de otros iguales para hablar a tus espaldas. Falta gente sincera, transparente y honesta.

A diario veo gente hipócrita que critica continuamente cualquier movimiento de otra persona, y que minutos más tarde autojustifica cualquier barbaridad suya con la excusa más absurda. A diario veo gente con una absoluta falta de criterio y coherencia.

Personas que aunque no lo parezcan, van creando discordias entre personas, hablando mal a escondidas y promoviendo enemistades. Personas que en asuntos de pareja, con una mentira tapan la siguiente. Personas que para disimular una mentira se hacen las víctimas y luego usan ese victimismo para justificar su siguiente mentira.

Estoy sumergido en un mundo que necesita estupefacientes para divertirse, modas para vestirse, telebasura para culturizarse, banderas para identificarse, derrotar a alguien para progresar, dinero para avanzar.

Depositamos a veces confianza, esperanzas, tiempo, en gente que no tiene valores, o que traiciona los que tiene a la menor presión externa. Que manipula su escala de valores a la conveniencia del momento. Que derrocha esfuerzos en aparentar lo que no es, que sólo es solidaria cuando no hay que demostrarlo, que sólo es auténtica de boquilla.

Un entorno en el que se prefiere comerciar a compartir, negociar a dar, comprar a recibir. Donde demasiada gente prefiere siempre atiborrarse de comida a saborear, prefiere emborracharse a paladear una buena bebida, que elige cualquier estereotipo a tener que usar la imaginación, que prefiere practicar sexo a hacer el amor.

No digo esto por que yo no cometa este tipo de errores. Aunque sí pongo mucho esfuerzo en superarlos, errores los cometemos todos. Digo todo esto porque sinceramente, a veces me veo fuera del mundo. Como si no encajara, como si estuviera fuera de mi sitio. Y no me olvido, tengo muchos amigos y familia que no son así. Mi entorno más cercano emocionalmente hablando, el que yo quiero, o el que yo he buscado, no es así.

Mi querida sociedad, tenemos que hablar. No es por ti... es por mí.

¿Sueño con poder cambiar una pizca de todo esto? Sí, sueño y actúo. Algo podemos cambiar. Pero a veces cansa, quema, desespera y hay que salir a la superficie a tomar aire, a acompasar de nuevo la respiración. Sueño con un mundo mejor, claro que sí. Pero sueño más con encontrar a alguien de mi planeta, que me comprenda y me quiera así, como soy: Raro. Al menos tendría donde refugiarme en los momentos en los que me siento tan "extranjero" del mundo.

Será que hoy me siento "Cara B":

http://open.spotify.com/track/6jPtBYn3VN1Ooz6F5OSblt

http://www.youtube.com/watch?v=RDGWw2J24P0