7 de septiembre de 2010

Be water my friend...

El agua que bebes, que sale fresquita de la botella, tan cristalina, tan "pura", tan saludable... no es nueva ¿sabes?... es viejíiiiisima... en realidad lleva deambulando por el mundo unos tres mil millones de años. No es un dato tonto, es así, la que bebes, lleva por aquí todo ese tiempo... la misma, sí, la mismita que bebes. Y no lleva todo ese tiempo en la botella, claro. En todo ese tiempo, ha estado mezclada con otra agua en el mar, se ha evaporado, ha volado y ha vuelto a caer millones de veces, ha viajado por el interior de centenares de plantas, se ha arrastrado por todo tipo de suelos, ha sido bebida por animales... y luego orinada, ha ayudado a la descomposición de cadáveres en el mar, ha disuelto rocas, ... y ahora te la bebes. La misma. Como nueva.

Es cierto que también existe agua nueva. Por ejemplo, con la combustión de cualquier hidrocarburo (butano, por ejemplo) o sea, cuando se quema, se descompone y da lugar a dióxido de carbono y agua. Ahí tienes, agua completamente nueva, recién creada, como de "la nada", que formará parte de nuestro mundo casi para siempre. Y también se destruye a veces agua, en otro tipo de reacciones, desaparece para siempre. Pero la cantidad de "agua nueva" es tan tan ínfima, que seguramente nunca la veas.

A lo que voy: el agua, la que bebes, que crees que es super nueva y "limpia" y todo... es vieja y ha pasado por todo a lo largo de su vida, por todo lo que no puedes ni imaginar durante miles de millones de años.

Pues si nunca te has parado a pensar en esto y te parece asombroso, te voy a decir algo más asombroso todavía que igual te cuesta creer: Conozco a gente que es como el agua. Gente que ha pasado por mil estados, buenos y malos. Que tienen bueno para recordar y malo para ¿olvidar?. Que quizás estuvieron demasiado tiempo en un tanque oscuro y frío esperando, que quizás estuvieron formando microgotitas en la atmósfera perdidos, que puede que hayan pasado una temporada en una charca putrefacta y maloliente, pero que son capaces de autorrenovarse y volver a ser agua limpia y cristalina, fresca y saludable.

Conozco gente que es feliz y siempre tiene una sonrisa y una buena disposición para ayudar, que te aguanta la puerta para que pases mientras te da los buenos días y te mira a los ojos. También conozco gente que está mal, que tiene problemas de salud y económicos, pero que se ofrece con generosidad para llevarte al trabajo en su viejo coche y se preocupa a diario por la vecina que casi no puede andar. Gente que tiene problemas sentimentales, que no encuentra su norte, ni qué hacer con su vida, pero que te escucha cuando le cuentas tus problemas, se intenta poner en tu piel, sufre contigo, te aconseja y te acompaña. Gente que tiene problemas laborales y atraviesa una crisis de pareja, pero que siempre es capaz de arrancar a las personas que le rodean un par de carcajadas con sus salidas cómicas y sus gestos. Gente que a pesar de cualquier cosa, cada día, pueden volver a ser como el agua nueva.

Sí, conozco a gente que se parece al agua, que además es transparente y fluida. Y conozco a gente que pese a tener cualquier problema imaginable, mientras hace todo esto, termina sobreponiéndose y da una lección de vida a si mismo y a todo el que lo observa. Y vuelven a ser agua limpia y fresca, la necesaria para la vida. Algunos aún no saben que son agua, quizás están esperando que alguien "beba" de ellos y se lo demuestre. Yo quiero aprender cada día de esta gente que conozco, porque de mayor quiero ser agua, de la que da vida.

Be water.

http://open.spotify.com/track/4FWwNNYAHCHZM5HJLxzps4
http://www.youtube.com/watch?v=kUhByWqLJ_U