8 de octubre de 2012

Cosas "alternativas"

Este fin de semana he estado en EcoAltea, "la feria de las alternativas" (www.ecoaltea.org). Con el nombre y el subtítulo, intuía que iba a ver una feria sobre ecología, desarrollo sostenible, sociedad ecológica, energías alternativas, tecnologías respetuosas con el medio ambiente, alternativas sociales al consumismo, al despilfarro, al capitalismo feroz, etc... Pero sí, y no.

Vaya por delante que lo he pasado genial, que la organización merece como mínimo un notable, que he visto actuaciones musicales, acrobacias, buen humor, puestos con artesanías preciosas, formas increíbles de reciclar telas, una increíble oferta de comidas y bebidas, agricultura ecológica, montones de charlas y talleres para todas las edades y cien cosas más. Pero creo que falló algo, en el concepto primero de qué debe tener esta feria y qué no.

Aquí está el problema. En la palabra "alternativa". Porque me parece que ahora es la nueva religión. ¿Alternativo a qué? Le ponemos la palabra "alternativa" a cualquier cosa y se convierte por arte de magia en algo guay, algo bueno, algo "natural", amor, respeto y buenas vibras... pero en realidad es como un gran saco en el que también se mete todo tipo de basuras, eso sí, "alternativas".

Así pues, esperaba ver más talleres sobre cultivos ecológicos, sobre bombillas de bajo consumo, sobre placas solares, sobre urbanismo sostenible, o sobre modelos políticos respetuosos con la sociedad, cosas así eché en falta que con suerte, estén para la próxima. Sin embargo, creo que sobraban algunos talleres, charlas, stands, sobre supercherías, brujerías, remedios milagrosos y terapias naturales alternativas, que nada tienen de alternativas, ni de naturales y mucho menos de terapias.

Personalmente estoy decepcionado por esta emergente (in)cultura jipiguay, a veces conspiranoica, que tan crítica pretende ser con "lo que nos dicen los medios", que tanto critica el pensamiento único, que tan tolerante dice ser, que tanto advierte de que no nos creamos "lo establecido", etc... y sin embargo, se cree a pies juntillas cualquier cosa a la que le añadan (con o sin sentido) la palabra "natural" o "alternativa". Y allí había puestos de quiromasajes, reflexología podal, charlas sobre las cuerdas que nos unen a los planetas y al universo y centros energéticos. Todo un abanico de pseudoterapias placébicas y magufadas que nada tienen que ver con el conocimiento del cuerpo, ni de las enfermedades, salvo el eternamente recurrido "pues a mi me funciona"o "a mi amiga le ha ido muy bien", fenómeno social cuya explicación daría para muchas páginas más.

No sé si la inclusión de este tipo de cosas es sólo por atraer más hacia la feria a todo este colectivo sediento de "alternativas", por convencimiento, por política de expansión o publicitaria. Lo que sí sé, es que quita mucha credibilidad a una feria que podría ser muchísimo mejor, más seria y útil. Veremos si el año que viene hay más conferencias sobre urbanismo sostenible, o más sobre homeopatía y tarot.

1 comentario:

Que Siento dijo...

Y verdad que edi te ayuda a definir en estado español...