Es que estaba aquí, pensando sin pensar, o sea que me he puesto a pensar cosas pero sin pensarlo, sin planearlo, pero no pensar por pensar, sino pensar pensando a conciencia. Total, que me he dado cuenta de que pienso demasiado y no puedo evitarlo. Tendré que pensar sobre ello, porque cuando pienso, luego pienso sobre lo que he pensado. Lo único que por un momento me aparta del pensamiento de pensar, es pensar en otra cosa.
Y ahí estoy, pensando en otra cosa, que ahora que pienso, es lo mismo, es como un círculo vicioso del que pienso que no puedo salir. Pienso sobre lo que hago, sobre lo que no hago, pienso sobre lo que hice, pienso sobre lo que le dije aquella vez, sobre lo que me dijo, pienso sobre lo que le diré. Pienso sobre el mundo, sobre las ideas, sobre el trabajo, pienso en la familia, en la música, en el amor, pienso en el humor, en la risa, en la amistad, en la broma, en la responsabilidad, en la cooperación. Pienso en lo que piensan las personas en las que pienso. Pienso en azul, en RE menor, en romanticismo, en dulce, en profundo, en calor, en confianza, en noche. Pienso en silencio. Y después, pienso en lo que he pensado.
Ahora que pienso... esto tampoco está tan mal... "pienso" es lo que comen los caballos, y míralos qué fuertes están!
Algunos me dicen que me voy a volver loco. Otros dicen que estoy loco. Yo pienso que no.
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